Fiestas y suicidio

En las fiestas de Fin de Año, ¿por qué nos deprimimos y pensamos en suicidarnos?

 

Las fiestas de Fin de Año son, para algunos, un re-encuentro con familiares e tiempo para intercambiar regalos; mientras para algunos es una verdadera fiesta, otros se hunden en una depresión tan profunda que inclusive los lleva al suicidio.

 

¿Qué la provoca esta depresión?

 

Navidad y Año Nuevo, son festividades que, potenciadas por la publicidad, los programas de TV y el ambiente en esos días, se relacionan con la felicidad. Si la “felicidad” no se obtiene, lo lógico es que se manifiesten la tristeza y la depresión.

 

En occidente, el mes de Diciembre es el mes cuando se presentan más casos de depresión y suicidio, aumentando en un 40%. Esto se debe a que estas “fiestas” recuerdan los problemas económicos, la muerte, lejanía o abandono de seres queridos, las rupturas amorosas y los problemas familiares. También, es en estas fechas en que las personas evalúan si pudieron alcanzar sus metas propuestas o no.

 

¿Cuáles son sus síntomas?

 

La “depresión de las fiestas” se define como un estado de melancolía, pasajera, producido por la muerte, el viaje o el distanciamiento de algún familiar que solía sentarse a la mesa.

 

Es importante hacer una diferenciación entre la tristeza simple y la depresión. Los síntomas clásicos de la depresión son: fatiga extrema, aumento o pérdida del apetito, incremento o disminución de peso, disminución del deseo sexual, exceso o perdida del sueño, disminución en la capacidad de concentración, tristeza intensa, ansiedad o irritabilidad, aislamiento, pensamientos incontrolables sobre muerte y suicidio, sentimientos de culpa, etc.

 

Estos síntomas, no aparecen la noche del 24 de Diciembre y terminan en la mañana del 2 de Enero. La “depresión de las fiestas” es un estado de ánimo que comienza un mes antes hasta un mes después de las mismas.

 

¿A quiénes les afecta más?

 

Las mujeres solas y los adultos de la tercera edad son los grupos de mayor riesgo, debido a que se deprimen porque se sienten solos, abandonados e incapaces de participar en los arreglos y preparativos o en los quehaceres que tienen que ver con las fiestas. Los pacientes en tratamiento de depresión son, desde luego, otro grupo sensible.

 

Una persona que se deprime en estas fechas quisiera dormirse durante semanas para evitar las reuniones familiares, los balances personales y la frustración por no haber cumplido sus objetivos propuestos.

 

El fallecimiento de un familiar, la ruptura con la pareja, metas personales no alcanzadas, falta de dinero, recuerdos desagradables, la lejanía de seres queridos, hacen que un grupo de la sociedad se aísle de su entorno.

 

¿Alguna recomendación?

 

Si eres propenso a sentirte deprimid@, no pienses que la “magia” de la Navidad cambiará a tus familiares que te han herido. Si no han demostrado a lo largo del año, señales de cambio, seguramente que no lo harán en estas fiestas. Si quieres ahorrarte un golpe más sobre tu herida, toma distancia.

 

Por otro lado, si lo que te deprime es la carencia de cosas o personas, busca recordar todo lo positivo que pasó este año y no te centres en lo negativo. Es frecuente que, las personas más melancólicas, tiendan a ver el lado negativo de las cosas y las relaciones, generando así una sensación de vacío. Haz memoria de las muestras de amor y cariño de los familiares y amigos que están lejos o fallecieron.

 

Conviene recordarte que si estás atravesando por un problema de depresión o conocen algún amigo o familiar con este problema, puedes pedir orientación y consejería. La depresión es una situación seria que requiere atención profesional.

 

No te suicides… permítenos compartir un año más contigo…

 

El Equipo de PsicoAyuda

 

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