1. Optaste más veces por 1 (Siempre)                     

Eres muy celosa/o y desconfías de todos

Tu “profesión” es “celosa”. No confías en nadie y eso te hace desgraciada. Te pasas el día en guardia con tu pareja, esperando cualquier desliz para atacar. Eres desconfiada y a veces te ves provocando situaciones que no son reales o llevadas al límite como controlar llamadas, facturas, cabellos en la ropa, olores desconocidos... ¡Esto no es sano! También, puede ser que todas tus sospechas no sean infundadas. Si es así, pregúntate qué es lo que ha pasado en tu relación de pareja para haber llegado a tales extremos de desconfianza.

2. Optaste más veces por 2 (Muchas veces)

Sufres de celos en silencio, te falta seguridad

Sufres de celos en silencio y eso duele mucho. Esta situación no te deja ser natural ni te ayuda a disfrutar de tu relación en pareja porque nunca consigues estar del todo relajada. Tu miedo a ser abandonada puede derivar de la escasa estimación que tienes de ti misma. Cuando sientes celos pierdes el control de la situación y sufres, pero lo haces en silencio... hasta que estallas. Intenta relajarte un poco y tomarte las cosas con calma. ¡Es imposible que en cada rincón haya un rival!

3. Optaste más veces por 3 (Algunas veces)

Eres celosa cuando la situación lo requiere

Por norma no eres celosa pero, inconscientemente, vas con las antenas puestas. Es decir, eres celosa si la situación lo requiere. Conoces perfectamente ese sentimiento que se insinúa en ti, de vez en cuando, y sabes que cuando llega, es muy difícil controlarlo. Por eso intentas no ver fantasmas donde no los hay. Sin embargo, tu autocontrol no siempre funciona y pueden nacer tensiones con tu pareja, precisamente por los celos. Pero recuerda que después de la tormenta, viene la calma.

4. Optaste más veces por 4 (Nunca)

Tienes ausencia de celos y puede ser un problema

No tienes ni idea de qué son los celos. Gente cercana a ti ha intentado explicártelo, pero la verdad es que los celos hay que vivirlos para entenderlos. Siempre has pensado que es un sentimiento sin sentido y egoísta. Pero los celos están escondidos en lo más hondo, dispuestos a saltar en cuanto las condiciones justifiquen su presencia. Nadie puede considerarse inmune a los celos, aunque logres ejercer un severo control sobre ellos y hacerlos entrar en razón. No olvides que los celos, en pequeñas dosis, también pueden ser un signo positivo, síntoma de un amor intenso y pasional; y amar a alguien de esa forma no tiene desperdicio.

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