ATRAIGO A HOMBRES FEMENINOS
Estoy cansada de atraer siempre a mi lado a hombres con cualidades femeninas. Al principio, me seduce algo en ellos que no sé muy bien lo que es: me gusta su dulzura, su dejarse llevar, su sensibilidad... Pero, al cabo de un tiempo, hay algo en su actitud que no me llena. Siento que soy yo la que siempre toma las decisiones; me encantaría poder soltarme un poco y que fuera mi pareja quien tomara el mando.
Leonor - Málaga - España
Estimada Leonor: Parece que eres una mujer decidida, con carácter y con una capacidad de acción abrumadora. A nuestro parecer, está muy claro el por qué de tu magnetismo con este tipo de hombres: tienes muy desarrolladas las cualidades masculinas y atraes a hombres femeninos, precisamente, para compensar los complementos en la pareja.
Nacemos con una energía básica según sea nuestro sexo. Respetar esa inclinación nos ayudará a encontrar armonía en nuestras relaciones de pareja. La feminidad tiene unas cualidades específicas, como la receptividad, la quietud o la sensibilidad; mientras que las de la masculinidad son la acción, la lógica o la protección. A fin de encontrar el tipo de pareja que buscas, es muy importante que te relajes en la energía primaria de tu sexo. Si invades el campo energético del otro con su misma polaridad, este no tendrá más remedio que pasarse al campo contrario para equilibrar la relación de pareja, o terminará yéndose y vendrá otro con las cualidades que complementen a las que tú estás exteriorizando.
NO PUEDO REIR FÁCILMENTE
Desde hace unos meses, me siento desmotivado y todo en mi entorno parece estar teñido por la rutina. Tengo una familia maravillosa y un buen trabajo, pero poco tiempo para disfrutar. Me he vuelto una persona seria, tanto que, cuando quedo con mis amigos para salir y pasarlo bien, me cuesta reír y divertirme. Curiosamente, solo me sale el humor negro.
Juan Carlos - Santiago de Chile
Estimado Juan Carlos: Para responder a tu pregunta, mencionaremos lo último que comentaste. ¿Qué hay de malo con el humor negro? No hay ningún problema con que te diviertas con temas un poco escabrosos o supuestamente "serios". Lo maravilloso del humor es que nos permite justamente reírnos de aquello mismo que, en otro contexto, podría aquejarnos. Tal vez sea la suposición de que hay cosas sobre las que no se puede bromear la que te ha llevado a convertirte en una persona seria. Dices que, por tener una familia y un trabajo, no te queda tiempo para divertirte. ¿Es que no es posible reír en familia y de la familia? ¿No es posible bromear en el trabajo? El disfrute no tiene por qué ir separado de aquellas mismas actividades que nos implican responsabilidades. Lejos de "crearte más tiempo para disfrutar", deberías encontrar el disfrute en aquellos espacios que son tan importantes para ti. Piensa un chiste de humor negrecido para contar mañana en el trabajo…
ME EXCEDO EN LA DIETA
He llegado a la conclusión que tengo un criterio alimenticio equivocado. Hago dieta estricta durante un tiempo y luego, a las pocas semanas de haber adelgazado, me pongo a comer en exceso otra vez, engordo y vuelta a empezar... Parece una lucha interminable en la que siempre salgo perdiendo, pero por alguna razón que se me escapa, no puedo evitar hacerlo. Luisa - Plasencia - España
Estimada Luisa: Parece que más que un criterio alimenticio equivocado, parece un modo de vida equivocado, como toda actitud extremista. De modo que más que salir perdiendo de esta lucha, sales perdiéndote a ti misma en general.
Probablemente, te ayudaría reflexionar sobre si, en cada ocasión, eliges lo que haces o si respondes a una pauta social, un hábito familiar o una conducta escapista extrema.
Intenta diferenciar los estados emocionales que te llevan a comer demasiado o a ponerte a dieta. Empieza por la pauta de comer en exceso: piensa en cómo te sientes, si existe una sensación de vacío que necesitas llenar o si hay algo que te angustia y te resulta más sencillo comer en lugar de enfrentarte a esa situación dolorosa.
Pregúntate si, últimamente, te has sentido demasiado expuesta emocionalmente y buscas la manera de crear un caparazón con tu cuerpo.
Lo mismo para cuando decides ponerte a dieta: ¿lo haces por una decisión propia o por responder al ideal social, para sentirte reconocida por la gente que te rodea?
Desde luego, estas son solo motivos comunes; tú debes encontrar los propios.
Hay una sola cosa que parece quedar clara y es que, de una manera u otra, siempre te sientes culpable, como si no pudieras disfrutar de ningún momento. Date la opción de sentir que mereces disfrutar de ti, de tu cuerpo, de tu vida.
Muchos expertos proponen, en este sentido, incluir una que otra "trasgresión" en la dieta: un capricho alimentario diario, o semanal, algo que flexibilice la actitud rigurosa que se necesita en esos momentos.
MI PAREJA TIENE ALZHEIMER
Hace un año, a mi marido le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer y, en la actualidad, depende de mí para salir a la calle, para el aseo diario, para todo... Se pasa el día recordando lo felices que éramos antes y repitiendo lo mala que soy ahora por haberme apuntado a los ensayos de coro, ya que en esos momentos no estoy con él. Esta situación me produce una profunda tristeza, porque realmente quiero a mi marido, pero este tipo de dependencia me asfixia. ¿Qué puedo hacer para dar un poco más de aire a nuestras vidas?
Roxana – Madrid - España
Estimada Roxana: Comprendemos lo difícil y dolorosa que es la experiencia que estás atravesando. Ver que la persona amada va perdiendo sus capacidades y volviéndose un tanto diferente cada día que pasa es una situación que genera mucha angustia e impotencia. Es normal que, a veces, te sientas desbordada. Por ello, suele ser fundamental pedir ayuda externa, ya sea a familiares, a amigos, a cuidadores profesionales o a grupos de contención. Esta ayuda no sólo será beneficiosa para tu marido sino que también te permitirá a ti mantener tus propios espacios. No debes sentirte culpable por desear hacer actividades que te generen placer o bienestar, pues tampoco podrás cuidar de tu esposo de forma afectuosa si tu vida se reduce a atenderlo a él, pues, como dices, acabarás sintiéndote asfixiada. Creemos de suma importancia que no abandones tus ensayos de coro y que, si puedes, busques otras actividades que te gusten. Intenta no dejarte influenciar por los comentarios que pueda hacer tu esposo. De todas maneras, para que él tolere mejor esos momentos en los que tú no estás, quizá fuese bueno que él también realizara algún tipo de actividad. En casi todas las ciudades existen grupos de familiares de pacientes con Alzheimer donde podrás encontrar a otras personas que están pasando por lo mismo que tú y que te brindarán contención y orientación.