Sexo con tu expareja

Tener relaciones sexuales con una expareja dependerá, desde luego, de cómo haya finalizado la relación; si ésta acabó de forma precipitada y sin un trabajo emocional previo, estos encuentros sexuales pueden ser esporádicos o regulares, pero en ambos casos pueden generar confusiones emocionales. Si ha pasado poco tiempo desde la ruptura y estamos en un proceso de “duelo de pareja”, esto puede retrasarlo, reviviendo situaciones y sentimientos que pueden ser buenos, pero también se pueden colar aquellos desagradables.

 

La dificultad surge cuando los motivos del encuentro sexual son diferentes. Consideremos algunos motivos más comunes:

  • Vínculo emocional existente
  • Atracción física - sexual
  • Incertidumbre si la relación ha finalizado
  • Confianza para relacionarse sexualmente     

Pero volvamos a la pregunta, ¿favorece tener sexo con un ex después de una ruptura? Desde el punto de vista emocional, hay personas a las que les resulta una experiencia agradable y, en cambio, hay otras a las que les conlleva mucho malestar; dependerá de cómo gestione cada uno sus emociones.

 

Mantener el área sexual viva, ya sean relaciones sexuales esporádicas o regulares, mientras que las otras áreas de la pareja ya no estén funcionando, se transforma en un problema cuando lo que persiguen ambos es diferente: Uno de los miembros de la ex pareja puede vivirlo como un momento de satisfacción sexual, el otro miembro lo siente como la posibilidad de recuperar el vínculo sentimental. Para evitar falsas expectativas, hay que dejar en claro que lo que se quiere es sexo y no retomar la relación.

 

Duelo de pareja

 

Cuando hay una ruptura de pareja, se inicia un duelo y tener sexo con la expareja impide que el vínculo se corte de una manera firme, perpetuando así el duelo.

 

El encuentro sexual no permitirá elaborar el duelo y, si una de las partes sigue enganchada emocionalmente, ese sexo va a funcionar como la esperanza de volver o como la única alternativa a la cual aferrarse para acceder a reencontrase con su expareja; esto estaría revelando que aún hay una incapacidad de cortar el vínculo definitivamente y es una decisión enmascarada que esconde el deseo de recuperar el vínculo, más allá del deseo de tener sexo esporádico.

 

Recordemos que el orgasmo sexual libera altas cantidades de oxitocina proveyendo de una sensación de vínculo y apego, contribuyendo a revivir el vínculo ya acabado e impidiendo avanzar en la superación sentimental.

Si una expareja está de acuerdo en continuar con tener relaciones sexuales, los límites pueden estar indefinidos en otras áreas, haciendo resurgir expectativas, si es que antes no las había, no sólo en la expareja sino en aquellas personas vinculadas a ellos, como hijos, padres, amigos, etc.

 

Toda esta situación se puede vivir como algo transitorio y se mantendrá hasta que uno de los dos, o ambos, sean capaces de cortar la relación definitivamente o cuando aparezca una tercera persona y se empiece con ella una nueva relación.

 

Si uno de los miembros de la expareja aún está enganchado, sentimentalmente, pueden surgir, puede experimentar algunas consecuencias como:

  • dependencia emocional
  • descenso de la estima personal
  • celos
  • ansiedad
  • depresión
  •  pensamientos obsesivos 

El sexo con el ex multiplicará o reforzará en la persona las consecuencias internas mencionadas, además que impedirá conocer a otras personas y, si se las conociere, cuando estén al tanto que se sigue acostando con su ex pueden perder el interés en continuar, por considerar que no se ha superado la relación anterior.

 

Gestionar la ruptura

 

Superar una ruptura de pareja, lleva tiempo; no se logra en un mes sino, por lo general entre seis meses a un año. Durante ese tiempo uno tiene la posibilidad de reencontrarse con uno mismo, asimilar la experiencia vivida, aprender de la situación pasada y decidir qué se quiere después de esta experiencia.

 

Si después de lo anterior, surge la posibilidad de mantener relaciones sexuales, porque quieran aprovechar de que el sexo entre ellos funcionaba y tengan la confianza que no se va usar con fines negativos; teniendo los objetivos claros, se podrán establecer ciertas normas compartidas para evitar confusiones emocionales, valiéndose de una buena comunicación, transparencia y asertividad.

  

Dicho lo dicho, el sexo con un/a ex pareja, por mucha madurez, apegos superados, expectativas aclaradas y límites que pongamos, puede revivir los fantasmas del pasado, confundir, provocar heridas emocionales, reactivar el duelo o que se produzcan relaciones intermitentes, donde la dinámica consistirá en: sexo de reconciliación, vuelta a romper, nuevamente tener sexo para retomar, y de nuevo comenzar.

 

En términos generales, el sexo después de una separación sentimental se presenta como complicado por los sentimientos confusos que puede generar o la diferencia de objetivos ante esta situación.

 

Eugenio Wolyniec - Septiembre 2023